miércoles, 27 de julio de 2016

Bonitos en el Cantábrico




Hacía varios años que no salía al bonito. Aprovechando mi estancia en Bilbao, Imanol y Javi querían que navegásemos a vela los tres pero se me ocurrió preparar una salida de pesca de altura. Mi amigo y antiguo vecino de pantalán en Zierbena, Manu, conserva el Hotei y sale a menudo. Como es un tío fenómeno, se presta enseguida y preparamos para el sábado 23 de julio, que finalmente trasladamos al lunes 25 por el estado de la mar. Por otro lado Javi no puede venir y avisamos a Aitor de Maestre. Zarpamos sobre las 6:45 del pequeño pero acogedor puerto de Zierbena ante la atenta mirada de los dos novatos que siguen nuestros movimientos con curiosidad y expectación. Para los no iniciados explicaré que la pesca del bonito se realiza bajo la modalidad de curricán o cacea, consistente en dejar que el barco arrastre los señuelos o "sokala" desde la popa del barco a una velocidad entre 6 y 7 nudos. (un nudo equivale a 1.852 metros por hora). La sokala es un plomo de media oliva de unos 30 gr con una cola de rafia de colores variados y cubierta por encima de un pulpito de plástico o silicona. El conjunto enmascara un anzuelo doble de gran calibre y robustez. A la velocidad de cacea navega por la superficie imitando el nadar de una anchoa, y al disponer varias cañas repartidas por el ancho del barco en la popa y bandas laterales el efecto se asemeja al de un pequeño banco de peces que atrae la atención de los bonitos que lo engullen rápidamente. Los carretes son de bobina móvil y gran capacidad y se monta hilo de nylon de 1 mm o multifilamento de 0,5 mm. Ambos poseen varias decenas de kg de resistencia, necesaria para soportar el combate de estos colosos de la natación y verdaderos reyes de la pesca en nuestras costas. Las cañas de 80 libras son cortas pero fuertes y logran cansar al pez hasta el momento de izarlo a bordo con ayuda del gancho.
Sokala con calamar de vinilo

Detalle del anzuelo

Todo ésto lo preparamos Manu y yo mientras navegamos rumbo norte a una velocidad de 9 nudos -para lograr un consumo de combustible contenido- A bordo hay bastantes cosas que tener en cuenta. La primera es el límite de navegación que varía en función del despacho del barco y la titulación del tripulante o patrón. En el caso del Hotei está despachado para 12 millas náuticas. También hay que tener en cuenta el cupo máximo de piezas (bonito porque el atún está prohibido desde hace algunos años) que está limitado a 5 por licencia (dos en nuestro caso) y 20 por embarcación. Hay que cuidar la navegación y no perder de vista la proa para detectar cualquier obstáculo flotante que pueda poner en riesgo la embarcación y las vidas a bordo. El Hotei está equipado con piloto automático que favorece mucho la navegación y también la maniobra de cobrado de piezas evitando que un tripulante deba permanecer de forma constante al timón y permitiendo que los cuatro podamos compartir todas las tareas en la bañera de popa, aunque sin dejar de ojear la proa constantemente. También es interesante comprobar la profundidad en la carta (el bonito rara vez caza en menos 200-300 metros de profundidad)  así como la sonda para detectar la presencia de bancos de alimento que puedan atraerles.
Así las cosas largamos aparejos sobre la batimétrica de 500 metros y enseguida aparecen manadas de delfines que juguetean alrededor del barco cruzando bajo él y saltando juguetones. Un espectáculo que Aitor contempla agachado en la misma proa hasta lograr pasar la mano por el lomo de uno!!! De todos modos hay que aclarar que en presencia de delfines no hay bonitos así que en cuanto desaparecen personalmente me quedo más tranquilo.
Antes de las 9:00 primera picada. La carraca del carrete canta ruidosa y la adrenalina se nos dispara. Uno a recoger hilo con suavidad pero con firmeza, otro a reducir la velocidad para evitar rotura del hilo o la boca del pez y Manu al gancho desde el exterior en equilibrio sobre la plataforma de baño. Esta maniobra es crucial porque -sobre todo los grandes- garantiza el definitivo cobrado del pez hasta su ingreso a bordo. Enseguida se necesita baldear la bañera para impedir que se sequen las manchas de la sangre y resulte muy costosa la limpieza. En cuanto el pez está a bordo se vuelve a la velocidad de pesca y se largan los aparejos que se hayan recogido para evitar los líos cuando el pez se cruza de un lado a otro.  Periódicamente hay que revisar todas las sokalas porque es frecuente que enganchen pequeños hilos de pesca, cabos, trapos o plásticos... Lo que inhabilita el total de señuelos porque los bonitos son tan desconfiados como voraces. Y no puedo dejar de mencionar la comida. Toda una jornada tan emocionante no sería tal sin la mesa repleta de viandas y regada con cerveza, agua y la estupenda bota de Manu...
Para no resultar repetitivo resumiré los datos más representativos:
Pesca: 10 piezas de pesos entre los 6 y 12 kilos
Distancia navegada: 80 millas
Tiempo de travesía: 11 horas
Estado de la mar: Calma-rizada menos de un metro de ola y viento NE flojo
Profundidad máxima: 2000 metros.
Una experiencia memorable. Van unas fotos y algunos videos para ilustrar todo el tostón que he soltado. Espero que os guste y dejéis algún comentario, aunque sea de envidia, jeje...
Videomontaje en Youtube:




Y por último un video de Imanol con bastantes delfines y alguna cachondez más

Bonitos en el Cantábrico




Hacía varios años que no salía al bonito. Aprovechando mi estancia en Bilbao, Imanol y Javi querían que navegásemos a vela los tres pero se me ocurrió preparar una salida de pesca de altura. Mi amigo y antiguo vecino de pantalán en Zierbena, Manu, conserva el Hotei y sale a menudo. Como es un tío fenómeno, se presta enseguida y preparamos para el sábado 23 de julio, que finalmente trasladamos al lunes 25 por el estado de la mar. Por otro lado Javi no puede venir y avisamos a Aitor de Maestre. Zarpamos sobre las 6:45 del pequeño pero acogedor puerto de Zierbena ante la atenta mirada de los dos novatos que siguen nuestros movimientos con curiosidad y expectación. Para los no iniciados explicaré que la pesca del bonito se realiza bajo la modalidad de curricán o cacea, consistente en dejar que el barco arrastre los señuelos o "sokala" desde la popa del barco a una velocidad entre 6 y 7 nudos. (un nudo equivale a 1.852 metros por hora). La sokala es un plomo de media oliva de unos 30 gr con una cola de rafia de colores variados y cubierta por encima de un pulpito de plástico o silicona. El conjunto enmascara un anzuelo doble de gran calibre y robustez. A la velocidad de cacea navega por la superficie imitando el nadar de una anchoa, y al disponer varias cañas repartidas por el ancho del barco en la popa y bandas laterales el efecto se asemeja al de un pequeño banco de peces que atrae la atención de los bonitos que lo engullen rápidamente. Los carretes son de bobina móvil y gran capacidad y se monta hilo de nylon de 1 mm o multifilamento de 0,5 mm. Ambos poseen varias decenas de kg de resistencia, necesaria para soportar el combate de estos colosos de la natación y verdaderos reyes de la pesca en nuestras costas. Las cañas de 80 libras son cortas pero fuertes y logran cansar al pez hasta el momento de izarlo a bordo con ayuda del gancho.
Todo ésto lo preparamos Manu y yo mientras navegamos rumbo norte a una velocidad de 9 nudos -para lograr un consumo de combustible contenido- A bordo hay bastantes cosas que tener en cuenta. La primera es el límite de navegación que varía en función del despacho del barco y la titulación del tripulante o patrón. En el caso del Hotei está despachado para 12 millas náuticas. También hay que tener en cuenta el cupo máximo de piezas (bonito porque el atún está prohibido desde hace algunos años) que está limitado a 5 por licencia (dos en nuestro caso) y 20 por embarcación. Hay que cuidar la navegación y no perder de vista la proa para detectar cualquier obstáculo flotante que pueda poner en riesgo la embarcación y las vidas a bordo. El Hotei está equipado con piloto automático que favorece mucho la navegación y también la maniobra de cobrado de piezas evitando que un tripulante deba permanecer de forma constante al timón y permitiendo que los cuatro podamos compartir todas las tareas en la bañera de popa, aunque sin dejar de ojear la proa constantemente. También es interesante comprobar la profundidad en la carta (el bonito rara vez caza en menos 200-300 metros de profundidad)  así como la sonda para detectar la presencia de bancos de alimento que puedan atraerles.
Así las cosas largamos aparejos sobre la batimétrica de 500 metros y enseguida aparecen manadas de delfines que juguetean alrededor del barco cruzando bajo él y saltando juguetones. Un espectáculo que Aitor contempla agachado en la misma proa hasta lograr pasar la mano por el lomo de uno!!! De todos modos hay que aclarar que en presencia de delfines no hay bonitos así que en cuanto desaparecen personalmente me quedo más tranquilo.
Antes de las 9:00 primera picada. La carraca del carrete canta ruidosa y la adrenalina se nos dispara. Uno a recoger hilo con suavidad pero con firmeza, otro a reducir la velocidad para evitar rotura del hilo o la boca del pez y Manu al gancho desde el exterior en equilibrio sobre la plataforma de baño. Esta maniobra es crucial porque -sobre todo los grandes- garantiza el definitivo cobrado del pez hasta su ingreso a bordo. Enseguida se necesita baldear la bañera para impedir que se sequen las manchas de la sangre y resulte muy costosa la limpieza. En cuanto el pez está a bordo se vuelve a la velocidad de pesca y se largan los aparejos que se hayan recogido para evitar los líos cuando el pez se cruza de un lado a otro.  Periódicamente hay que revisar todas las sokalas porque es frecuente que enganchen pequeños hilos de pesca, cabos, trapos o plásticos... Lo que inhabilita el total de señuelos porque los bonitos son tan desconfiados como voraces. Y no puedo dejar de mencionar la comida. Toda una jornada tan emocionante no sería tal sin la mesa repleta de viandas y regada con cerveza, agua y la estupenda bota de Manu...
Para no resultar repetitivo resumiré los datos más representativos:
Pesca: 10 piezas de pesos entre los 6 y 12 kilos
Distancia navegada: 80 millas
Tiempo de travesía: 11 horas
Estado de la mar: Calma-rizada menos de un metro de ola y viento NE flojo
Profundidad máxima: 2000 metros.
Una experiencia memorable. Van unas fotos y algunos videos para ilustrar todo el tostón que he soltado. Espero que os guste y dejéis algún comentario, aunque sea de envidia, jeje...
Videomontaje en Youtube:




Y por último un video de Imanol con bastantes delfines y alguna cachondez más

lunes, 21 de diciembre de 2015

Fin de temporada

Siluro de 20 k con Alberto (foto Vitoriano)
Este año que acaba ha sido bastante prolijo en capturas, tamaños, especies, técnicas de pesca, actividades de creación de cebos y señuelos... Estoy realmente satisfecho y esperando con ganas volver al pueblo para darle caña de nuevo a todas las actividades que me han tenido tan entretenido.
Por hacer un balance general lo contaré agrupado por modalidades de pesca:

Pesca de fondo
Ha sido el eje fundamental de esta campaña, tanto por la progresión de material y técnica que he ido perfeccionando con la ayuda de los amigos, como por las nuevas zonas que he tocado. Las dos cifras se han resistido a pesar de los dos viajes a Sierra Brava pero a cambio en el Tajo he superado los 5 kilos de carpa y creo que a futuro pueden ser aun mayores perfeccionando la técnica de cebado en la misma zona. El trípode y las alarmas se han revelado los perfectos aliados para todo tipo de terrenos y clima. Los cebos naturales confeccionados en casa (bollies y pellet) han logrado capturas tras el adecuado período de acomodación de los peces (y los consiguientes bolos con chuflas al volver a casa). He probado además algunos remojos de diferentes marcas y sabores, aunque a final de temporada y sin la debida insistencia, a pesar de lo que han salido algunas carpas (barbos este año han salido pocos).
Carpa común de 5,485 kg (foto Adrián)

Boillies recién cocidos

Pesca de depredadores
No he prestado mucha atención a los Bass a pesar de lo cual y en compañía de Adrián he sacado varias piezas además de algunas luciopercas en un par de tardes por el Tajo. El lucio de Ander ha sido la captura más relevante con sus ocho kilos y medio, si bien se buscaba y esperaba siluro.
Bass de 850 gr (foto Adrián)

Lucio de 8,5 kg (foto Ander)
Adrián sacando un bass


Pesca de siluro
La canoa ha sido la gran novedad de este año. Novedad para pescar y para pasear por cualquiera de las orillas y rincones del enorme embalse. Los dos primeros días con Victor M. que me inició en la técnica y materiales allá por abril, dos jornadas con Victor, otras dos con Tere, una con Ander, otra  con Alberto y su padre en su lancha de motor y el resto de días con la compañía de Adrián, hemos recorrido Tajo, Almonte, rivera de Araya, Carrascosa, bañaderos, torre Floripe, isla de David Montero... Calculo que han sido unas veinte jornadas con únicamente 4 capturas: 2 de tamaño regular en torno a 20-25 kilos y otros dos sobre los 10 kilos. El clonck tardó en sonar pero ya lo hace con efectividad. Prueba de ello es que la sonda, una vez ajustada, refleja claramente la subida de los peces desde el fondo hasta los señuelos. Pero la excesiva presión de tantas embarcaciones y pescadores han forzado a los siluros a aprender y desconfiar de los vinilos. La gente ha cambiado de técnica y está pescando con pez vivo pero el montaje se complica y he preferido no meterme en ello. A cambio en el puente de la Constitución nos dirigimos a una zona menos presionada y el resultado ha sido espectacular: 8 y 12 peces en dos días. En el canal de youtube están los videos colgados. Dejo los enlaces a continuación:
Ocho siluros

Fabricación de señuelos
La pesca del bass conlleva pérdida constante de señuelos. Y en parte por economía y en otra por entretenimiento he comenzado con ayuda de Adrián a fabricar moldes en silicona RTV y a clonar distintos tipos de señuelos de vinilo. Colores y brillos al gusto nos han dejado como resultado señuelos muy logrados que además han pescado black base y lucioperca. La última creación ha sido la de jigs con cabeza plomada y voy a intentar hacer alguno de siluro. También he creado un plomo de pera en 75 gramos para carpfishing porque con tanto enganche se pierden bastantes.
En definitiva una temporada muy entretenida que anuncia una campaña 2016 realmente animada.
Cangrejos de zoom  en distintos tonos (el original arriba)

Jerkbait blandos
Lombriz, y pikie
Jigs


sábado, 18 de julio de 2015

Pescando con Pedro




Hace casi un año que no comparto una jornada de pesca con mi sobrino Pedro. Este fin de semana se ha acercado al pueblo y hemos pasado unas horas a orillas del Tajo en la zona que frecuenta en sus esporádicas salidas. La noche ha sido fresquita con algunos chubascos de poca entidad y algo de viento variable que nos han obligado a cubrirnos con varia capas. La actividad en tablas ya había bajado a amarillo tras los dos días precedentes que estaba en verde. Aun así hemos cogido una docena de peces entre (las molestas) bremas y carpas. Barbos no hay forma, imaginamos que a causa de la falta de gusana que no hemos podido encontrar para ponerla de cebo.
Algunas pocas piezas entre 3 kilos largos y 4 y la grande que no termina de aparecer... Continuaremos en su búsqueda en sucesivas jornadas. Van algunas fotos y un pequeño video en el canal de youtube.


jueves, 2 de julio de 2015

Carpas del rivero


Hemos triunfado. El engodo que me ha recomendado Víctor funciona. Ya lo probé días atrás pero esta vez se ha superado con creces. Cierto que las tablas solunares predecían actividad excelente ayer y hoy, y que la técnica del trípode y detectores de picada ayudan -qué duda cabe- especialmente en las horas de oscuridad. La luna llena ha permitido manejarnos sin encender linterna más que para labores de precisión con aparejos y anzuelos. Una gozada de noche en que las capturas han sido numerosas (de hecho hemos perdido la cuenta) y sobre todo grandes. He logrado mi mayor captura en carpa con un ejemplar de 5,485 kilos, amén de varias de más de 4 y otras más de peso superior a 3. Se han soltado media docena, he perdido dos anzuelos y dos muelles. Un balance más que satisfactorio para estos terrenos de rivero tan escarpados y llenos de peña. Un acierto de zona que ya me enseñó Pedro el pasado verano (ver entrada Pesca de río) y que se ha confirmado de nuevo.
Adrián ha cogido varios black bass y también ha disfrutado de lo "Lindo".
Tras la foto las piezas han regresado al agua como es habitual
Ahí van las fotos de rigor.










martes, 23 de junio de 2015

A fondo con Arcadio

Amanece tras el puente
Podría ser el título de un programa de entrevistas. Pero mi vecino Arcadio y yo nos hemos limitado a ir de pesca a fondo al Tajo a las inmediaciones del puente Arcos de Alconétar. Ayer tarde fuimos a cebar y preparar los puestos y esta mañana a las 6:00 a.m. circulábamos de nuevo hacia allí en medio de la incipiente aurora. En la pista hemos perseguido unos cuantos metros a una pequeña liebre que corría espantada ante los potentes faros de xenon. La bajada del rivero es peligrosa y la hemos podido hacer con luz suficiente para no dar un traspiés, cargados como vamos. Rápidamente montamos las cañas y preparo el engodo y para las 6:45 aproximadamente tenemos ya todo listo para empezar la jornada. La primera picada - en una de mis cañas- se hace esperar un buen rato, y aparece una gran carpa de 3 kilos según mi peso de muelles. Arcadio me ofrece su red pero resulta claramente minúscula para el ejemplar. Opto por el portapeces de cuerda que les estresa lo menos posible. Al cabo de un buen rato y cuando vamos a comer algo llega la siguiente a mi otra caña. Le dejo que la saque a Arcadio que disfruta dándole hilo y cansándola sin prisa. Resulta otra carpa casi exacta a la primera. Otros 3 kilos. Poco después en su caña pequeña (a la que le he puesto una buena cantidad de maíz) llega otra que, aunque más modesta, pesa dos kilos. Y al filo de las 11:00 de nuevo repito con otra común de idéntico porte a las dos primeras. En total 4 piezas y 11 kilos. Si hubiera sido el campeonato de agosto ganamos fijo, jaja...
A las 12:00 estamos ya en casa. Hemos disfrutado de una mañana estupenda, hemos almorzado junto al agua y además hemos logrado cuatro hermosos ejemplares. Para recordar.
Arcadio posa con su hermosa carpa

Las cuatro momentos antes de soltarlas


jueves, 18 de junio de 2015

Tarde de Bass


Hace mucho calor y las tardes empiezan a ser adecuadas para porbar suerte con el black bass. Adrián me lleva a un recodo del Tajo donde se ven muchos aunque de tamaño escaso. Probamos todo tipo de señuelos, desde cucharillas a paseantes y rapalas de fondo, así como vinilos de formas y colores variados. El saca cuatro o cinco de poca talla y yo consigo sacar otro además de notar alguna picada que se suelta en el agua. No es hasta bien caída la tarde cuando empiezan a subir los grandes a comer y saco uno majo (730 gr) y Adrián tiene varias picadas en superficie pero no muerden bien por lo que no consigue ninguna otra captura. Buen sitio aunque tendrá que bajar el nivel del agua bastante para que entren con más fuerza.